Salto de campeones

Por: Benny Tecuento

En un bosque lleno de árboles frondosos y flores coloridas, vivía una comunidad de conejos muy unidos.

Todos ellos eran ágiles y rápidos, pero había uno en especial que destacaba por sus increíbles saltos: Luis. Con sus largas patas y su gran energía, siempre ganaba las pequeñas competencias que organizaban entre ellos.

Un día, Conejócrates, el conejo más viejo y sabio del bosque propuso una gran competencia de saltos.

Todos los conejos se emocionaron y comenzaron a entrenar con entusiasmo. Construyeron rampas de madera, cavaron hoyos profundos y marcaron largas distancias para poner a prueba sus habilidades.

El día de la competencia llegó por fin. Todos los conejos se reunieron en un claro del bosque, ansiosos por demostrar su destreza.

El primero en saltar fue Luis, quien con un gran impulso se elevó por los aires y aterrizó a varios metros de distancia. El público conejil lo ovacionó con entusiasmo.

Uno a uno, los demás conejos fueron saltando, cada uno con su estilo particular. Hubo saltos largos, saltos altos, saltos elegantes y hasta algunos saltos un poco torpes que provocaron las risas de todos.

Pero justo cuando parecía que Luis iba a ganar sin problemas, apareció una pequeña conejita llamada Umi. Era la más joven de todos, pero tenía una agilidad sorprendente. Con un salto increíblemente alto y largo, superó a Luis por muy poco.

El bosque entero se llenó de asombro. Nadie esperaba que una conejita tan pequeña pudiera vencer al gran Luis. Pero todos aplaudieron con entusiasmo la victoria de Umi, reconociendo su talento y su valentía.

A partir de ese día, Luis y Umi se convirtieron en los mejores amigos y juntos organizaron muchas más competencias de saltos.

Ellos demostrando que la amistad y el compañerismo son tan importantes como la habilidad individual. Y así, en aquel bosque lleno de vida, la alegría y la diversión nunca faltaron.

-Fin-

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